Segundo turno del ciclo progresista en América Latina y el Caribe. Avances, tensiones y retrocesos: un balance provisional

Resumen

En América Latina y el Caribe ha comenzado a desarrollarse, desde 2018 y 2019, un nuevo giro político e histórico que hemos considerado como el segundo turno del ciclo progresista. A la victoria electoral de Andrés Manuel López Obrador, en México, le seguirán otros triunfos de alianzas sociales y políticas que integraron intereses populares (con mayor o menor protagonismo) en Argentina, Bolivia, Perú, Chile, Honduras, Colombia, Brasil, Guatemala. Estas nuevas administraciones progresistas se sumaron a la tenaz persistencia de los gobiernos nacional-populares, revolucionarios o bolivarianos de Venezuela, Cuba, Nicaragua, Bolivia (con el interregno del golpe de estado revertido en solo un año) y otros gobiernos de los pequeños estados insulares (como San Vicente y las Granadinas y Dominica). Aunque las derechas se han fortalecido y radicalizado como reacción a la primera fase del ciclo progresista y han generado escenarios de polarización social y política, las fuerzas regresivas han perdido posiciones de gobierno. Sin embargo, nuestro análisis no se limita a una mirada institucionalista del ciclo político que solo tiene en cuenta los cambios de gobierno, sino que hemos enfocado tanto en los procesos de luchas populares, desde abajo, como en su impacto en las superestructuras políticas, desde arriba, que se expresan en la modificación de las relaciones de fuerzas institucionales, gubernamentales y estatales. En este artículo, nuestro problema de estudio consiste en rastrear la materialización de las correlaciones de fuerzas que llevan a plantear, como hipótesis de trabajo, que se está desarrollando un segundo turno del ciclo progresista en América Latina y el Caribe.